Magnetismo y gravedad.

magnetismo,gravedad,demostracion.

martes, 22 de febrero de 2011

Dios y la homofobia.



Todavía existe algún despistado que opina que la subcultura o movimiento hip hop tiene un carácter netamente progresista, con todo lo que ello implica; antirracismo, antifascismo, pluralidad, tolerancia, etc. Puede que así fuera en sus inicios, puede que se construyera sobre esos pilares universales por los que todo individuo decente debería velar. Pero igual que le pasó al rock, el hip hop fue cooptado por la gran industria cultural, y cuando eres absorbido por el gran capital, se rompen las fronteras, se pulverizan los límites y todo vale con tal de ganar un puñado de euros. Los escrúpulos y la decencia se cotizan a la baja en estos tiempos de ruptura y fragmentación permanentes.

Me refiero a la proliferación de actitudes, posiciones o comportamientos abiertamente reaccionarios, más propios de cadenas como Intereconomía o Libertad Digital que de un grupo o artista hip hop. La homofobia abierta es una realidad palpable en las letras de muchos de los artistas de hip hop de nuestro país. No hablamos ya del típico discurso sexista de mi pene no me lo merezco de lo grande que es, sino de posiciones directamente homófobas en las que muchos lumbreras reiteran su condición de heterosexual convencido y repudian la homosexualidad. Ya no es que sencillamente pasen del tema, es que cuando lo abordan parecen un comentarista de la Cadena Cope. Y parte del público ríe la gracia. Digo parte porque aquellos que han hecho de la heterosexualidad cavernícola militante su discurso, apenas alcanzan repercusión más allá de un par de foros especializados y no salen a tocar más allá de su barrio. Es muy significativo al respecto que en pleno siglo XXI todavía ningún mc haya salido del armario, un rapero gay es más extraño que un torero o un futbolista gay, algo que como miembros de esta comunidad, debería primero hacernos sentir vergüenza y luego hacernos reflexionar. Salir no han salido del armario pero como las meigas, haberlos haylos.

Lo más terrible es la aceptación que algunos grupos obtienen incluso entre gente que milita en movimientos sociales y demás. Unos textos que en boca de un nazi o un comentarista de Intereconomía nos harían poner el grito en el cielo, son asumidos con total normalidad por individuos de dilatada carrera militante. Las excusas siempre son las mismas: «es que son de mi barrio», «se les pira un poco la pinza pero son buena gente» y mi favorita sin duda: «es que son de Madrid». Pudiera parecer que en los últimos años el ser oriundo de la capital del reino otorga carta blanca para insultar a prostitutas, mujeres, homosexuales y demás colectivos tradicionalmente criminalizados. ¿Alguien se imagina a Violadores del verso con el puta-zorra-maricona-no soy homosexual-etc? ¿No verdad? ¿Entonces por qué exigimos para algunos lo que a otros les toleramos amparándonos en no se sabe muy bien qué conceptos o licencias?

La última moda o giro copernicano entre esos que se autoproclaman hip hop avanzado, fresco o calle, es la de utilizar de forma constante referencias al Todopoderoso, el Mesías o Yavé, es decir, a Dios, ser supremo omnipresente. Tote King ya nos alertó hace años con la acertada rima: «Ya sabes, estés donde estés, tu rap no suena a Tess/ como el de algunos horteras que saludan a Dios en sus LP’s» Pero de muy poco sirvió, se suceden los textos de mc’s en los que declaran abiertamente que rezan plegarias y que por tanto son escuchados por el Altísimo. Imaginad por un momento el resultado: en la misma letra insultas a las mujeres y a los homosexuales, para luego zanjar el verso con alguna frase mística en la que poner de manifiesto que rezas a Dios. Da verdadero repelús, este tipo de caldo de cultivo es el que en los años treinta dio origen al fascismo organizado a gran escala que desembocó en campos de exterminio con homosexuales, comunistas y judíos iluminando el cielo de Europa con el humo de sus cadáveres. Pero por lo visto algunos prefieren leer La Biblia a libros de historia.

En realidad la explicación sociológica es bien sencilla: parte de la comunidad hip hop (la que menos acceso a la cultura ha tenido) se deslumbra con el fenómeno de las bandas latinoamericanas en Centroamérica. Embelesados por su estética, sus formas y su manera de entender la comunidad, se dejan seducir o abrazan una serie de códigos culturales que les son completamente ajenos, ejemplos hay muchos: las zapatillas colgadas de un hilo de parte a parte de la calle, la familia tradicional como eje nuclear de la vida en común, el patriarcado más cafre, el individualismo salvaje que supone mirar sólo por uno mismo y los tuyos, la desconfianza completa hacia el resto, la ciudad es una jungla, etc. En el fondo no es más que la legitimación del capitalismo más salvaje y de rapiña teorizado por Milton Friedman. Y por supuesto la religión, como cómodo armatoste espiritual en el que purgar nuestros pecados de vida golfa. Qué curioso resulta eso de ser cristiano, puedes cometer cualquier barbaridad, que siempre obtendrás la salvación eterna rezando tres aves marías y cinco padre nuestros. En realidad la Confesión cristiana era un método de control informativo en la incipiente alta edad media y quizá los primeros destellos de la doble moral burguesa, pero como de costumbre, nos estamos yendo por los cerros de Úbeda.

Por supuesto que están en su derecho de hacer rap cristiano plagado de referencias a Dios y a sus constantes oraciones y rezos. El mismo derecho que tenemos algunos de sonrojarnos al ver en pleno año 2011, a un tío de treinta años que se las da de vivo y de espabilado, creyéndose el cuento de que habla con un ser omnipresente que le escucha y vigila y que si es bueno y se porta bien en esta vida, alcanzará el paraíso. Un paraíso eso sí, carente de placer sexual, ya lo dijo el Papa como representante de Dios en la tierra, una verdadera lástima.

El hip hop continúa degenerando hasta niveles insospechados, bajo la etiqueta de evolución o nuevos sonidos, se da cobijo a actitudes abiertamente homófobas y reaccionarias. La vieja y manoseada excusa de «es que es otro rollo» ya no cuela, huele demasiado a podrido. La cuestión es dónde está el límite: ¿veremos en los próximos años textos en el hip hop contra los migrantes? Por que seamos sinceros: ¿Qué diferencia existe entre insultar a un homosexual por su condición de homosexual que a un inmigrante por su condición de inmigrante? En realidad casi ninguna, es fascismo en estado puro aunque algunos lo pretendan disfrazar de una presunta evolución en el hip hop vinculada a determinado tipo de sonido. Después de los homosexuales y las mujeres vendrán los rojos, como en el poema falsamente atribuido a Berlton Brecht. Para nuestra rabia y vergüenza, es una constante en muchos foros de hip hop encontrarse comentarios en la línea de: «el Viña-rock está lleno de guarros hippies perro flautas….» Guarros, el mismo término que utilizan los nazis para designar a izquierdistas de toda índole. Como se puede palpar, la línea que separa a algunos miembros de la comunidad hip hop de la extrema derecha más rancia y cavernícola es delgadísima. El funcionamiento es similar y es extrapolable.

Esta semana un grupo de neonazis asaltaba la facultad de políticas y sociología de la Complutense, el hecho no resulta aislado si tenemos en cuenta que previamente la caverna mediática (Intereconomía, Libertad Digital, Tele-Madrid, Cope…) se había encargado de calentar el ambiente, criminalizando a la citada facultad y tildándola de hervidero de rojos subversivos totalitarios, es decir, se había encargado de señalar con el dedo para que los escuadristas de camisa negra atacaran. La relación de los hechos es indiscutible, la analogía también. Algunos se sorprenden y se preguntan el porqué no existen raperos o raperas homosexuales, respuesta que se obtiene fácilmente escuchando las letras de algunos grupos. Se está generando un caldo de cultivo de odio, de rechazo al diferente, de banalización y criminalización de las identidades. Luego cuando algún miembro de la comunidad hip hop termine apaleando a un homosexual algunos se preguntarán el porqué. Sorprendidos, serán tan estúpidos de no ver la relación entre el artista homófobo y sus seguidores, no querrán ver una realidad vergonzosa: parte del hip hop odia al colectivo homosexual. El que sube a un escenario tiene que medir muy bien sus palabras ya que quiera o no, se convierte en un referente para sus seguidores, en un generador de valores, en un creador de actitudes, en un referente moral, con todo lo que ello implica.

Pero tengo malas noticias para estos seudo-nazis de gorra y pantalones caídos, algunos no estamos dispuestos a ceder el espacio simbólico en nuestra cultura, pensamos presentar batalla ideológica hasta que llegue el punto en que sientan vergüenza de sus textos de comentarista en Intereconomía, el lugar donde tendrían que dar sus conciertos y entrevistas, el único espacio mediático en el que tienen cabida. No pensamos tirar la toalla hasta desterrar de nuestra comunidad a esa banda de analfabetos funcionales. Es lo que tiene la cosa: algunos salimos en Intereconomía para ser linchados, algo de lo que sentirse verdaderamente orgulloso, otros tendrían un hueco y una cálida acogida entre esos que, risotada arriba risotada abajo, llaman a Carla Antonelli «chica-chico-chique o lo que sea» o criminalizan el día del orgullo gay. El gato al agua e Intereconomía no tienen ni puta gracia, la misma que el rapero paleto de turno insultando a homosexuales. Lo más terrible es que se vanaglorian de su ignorancia, enaltecen sus carencias y se muestran orgullosos de no haber terminado ni la E.S.O., todo a ritmo de bombo y caja.

Luego como suele ocurrir, no hace falta ser un experto en psicoanálisis para cerciorarse de que tanto odio acumulado en el fondo quizá no es más que una identidad sexual no definida o asumida completamente. Que tanto nerviosismo y rechazo obsesivo, que esos ojillos vidriosos y esos ataques de testosterona galopante cuando mencionan la cuestión gay, en última instancia puede interpretarse como una no aceptación de determinada identidad sexual que consideran una desviación viciosa que no quieren o pueden asumir, ya que ni es cristiana ni de raperos.

Los chicos no lloran, los raperos menos: insultan a homosexuales y follan putas.

Yu nou my brotha??.

sábado, 19 de febrero de 2011

Miss Lupita representara nuestra cultura en Japon.



Miss Lupita es una muñeca elaborada con la técnica de cartonería y con un sistema de articulación simple (un cordón que une las partes y permite la movilidad de brazos y piernas), que representará a la cultura popular y urbana de México en Japón, el próximo abril.

Para rescatar esa tradición, la artista Carolina Esparragoza desarrolla el proyecto Miss Lupita, en el cual se pueden intervenir las muñecas de cartón y crear diseños y personaje, como Lupitas luchadoras, sirenas, roqueras, rumberas, godzillas y siamesas para reflejar el imaginario popular.

En abril, Esparragoza viajará a Japón para impartir dos talleres de cartonería. Allí los participantes crearán sus diseños de Lupitas. También tiene programada una exposición de 12 muñecas elaboradas en México, en la Academia Sokei y Sagio Plaza Gallery, en Tokio, a la que se sumarán las Lupitas intervenidas por los japoneses.

Sólo se consiguen en Celaya

En entrevista, Carolina Esparragoza expresa que si bien el objeto artesanal no requiere de gran inversión en materiales, sí precisa de tiempo y dedicación, pues hoy se le considera pieza de colección.

“Mi propuesta consiste en recuperar este juguete mexicano, que se conozca la técnica de cartonería y sus múltiples usos para expresarnos, pues no sólo existen los alebrijes y las calacas.”

Recordó que las Lupitas tienen su antecedente en la Nueva España y en la época de la Revolución, pues fueron una alternativa para que las familias de escasos recursos obsequiaran muñecas a sus hijas.

Actualmente no existen puestos de venta de esas muñecas y sólo se consiguen en talleres de Celaya, Guanajuato.
Miss Lupita rinde homenaje al juguete popular mexicano y a la cartonería como técnica artesanal, al tiempo que permite expresar el devenir de una sociedad.

“Una Lupita atesora el pasado, pero también detenta un legado cultural. Las muñecas nos remiten a una época y a su vez nos hablan de nuestro tiempo, por el diseño de sus autores”, dice Esparragoza.

Como parte del proyecto Miss Lupita, al concluir los talleres de cartonería, los participantes harán una pasarela con sus muñecas y los mejores diseños se presentarán en una exposición. El primer taller se realizó el año pasado en el Centro Cultural Talavera, donde 30 personas diseñaron 28 Lupitas, de las cuales 12 irán a Japón.

Explica que el proyecto pretende dar un nuevo giro al evocar las expresiones de la cultura popular urbana, y el taller se vuelve un espacio creativo donde los participantes podrán divertirse creando Lupitas contemporáneas.

“Miss Lupita es sinónimo de creatividad y un homenaje al juguete popular, específicamente a las muñecas de cartón, las Lupitas. Reta el ingenio y propone pensar en versiones contemporáneas del objeto, para crear un mundo imaginario entre el autor y su obra.”

Este año se impartirán cuatro talleres en el DF. El primero comenzó el martes 15 y concluirá el 26 de febrero en la Casa Talavera (Talavera 20, esquina República de El Salvador). Asimismo, cinco muñecas se exhiben la Galería José María Velasco (Peralvillo 55, colonia Morelos).

miércoles, 9 de febrero de 2011

Murio el Gran Eugenio Thoussaint.



Eugenio Toussaint, compositor e intérprete de jazz y de obras de concierto, murió ayer en la ciudad de México, a los 56 años, confirmaron sus familiares mediante un comunicado. Sus restos fueron llevados a la agencia funeraria Gayosso de la colonia Del Valle.

Figura indiscutible del arte contemporáneo nacional, Toussaint fue cabeza de una familia de grandes músicos, como sus hermanos Enrique, Fernando y Cecilia; nació en el Distrito Federal el 9 de octubre de 1954.

Músico autodidacta, comenzó su carrera profesional como pianista del grupo Odradek en 1972. En 1974 estudió armonía para piano en forma privada con el maestro Jorge Pérez Herrera y técnica pianística con Néstor Castañeda. En 1975 se integró a la banda Blue Note, dirigida por el contrabajista mexicano Roberto Aymes, con quien tocó en toda la República y e hizo sus primeras grabaciones de música original.

Proyecto familiar

A fines de 1976 fundó Sacbé, uno de los grupos de mayor influencia dentro de la historia del jazz mexicano. En los siguientes dos años, los discos Sacbé y Selva tucanera fueron grabados y distribuidos de forma independiente en el país y en Estados Unidos. En 1979, con sus hermanos Enrique y Fernando, emigró a ese país y formó una nueva versión de Sacbé en la ciudad de Minneápolis.

Durante su trayectoria, Eugenio Toussaint, a la par de sus trabajos jazzísticos, produjo una vasta obra de concierto, como las piezas sinfónicas Popol-Vuh y Concierto para violoncello y orquesta número 1, entre otras.

En 1994 recibió la comisión anual del Festival Internacional Cervantino y compuso Concierto para guitarra y orquesta.

De su cuantiosa obra sobresale el arreglo sinfónico a cuatro mambos de Pérez Prado, que se ejecutó frente a 60 mil personas en el Zócalo de la ciudad de México la noche de Año Nuevo 1999-2000 para la celebración del nuevo milenio. De la misma forma, se tocó la Suite galáctica en Chichen Itzá, Yucatán, para un programa transmitido a escala mundial por televisión, ese mismo año.

En 1980 recibió una beca del gobierno mexicano para estudiar en la Dick Grove Music Workshops, en Los Ángeles, California, donde conoció a Jon Crosse, saxofonista estadunidense, con quien formó una nueva versión de Sacbé. El grupo grabó con la marca local Discovery/Trend. Los siguientes tres discos –Street Corner, Aztlán y Dos mundos–, los cuales fueron grabados y distribuidos en Estados Unidos, obtuvieron gran aceptación y lograron primeros lugares en estaciones de radio especializadas.

Ese mismo año Toussaint realizó estudios de orquestación con el maestro Albert Harris. De 1982 a 1983 trabajó con el trompetista Herb Alpert y el cantante Paul Anka como director musical hasta 1986, cuando regresó a México con el propósito de componer música de concierto. En 1989 el Sindicato Único de Trabajadores de la Música le entregó la Lira de Oro, máximo reconocimiento otorgado por el gremio. De 1990 a 1991 estudió técnica pianística con el maestro Leopoldo González, y recibió la comisión para escribir 17 arreglos sinfónicos de música popular mexicana para la serie discográfica México de mis amores.

En 1990 estrenó la pieza Hijo de la ciudad, para orquesta de jazz y piano, comisionada por el Festival Latino de Nueva York en México. En 1991 estrenó los trabajos sinfónicos Popol-Vuh y Concierto para violoncello y orquesta número 1. En 1992 estrenó Danzas de la Ciudad –encargada por el octavo Festival del Centro Histórico– y Gauguin, concierto para arpa y corno inglés.

En 1993 estrenó la Suite de las Ciencias, por encargo de la Universidad Nacional Autónoma de México, para la inauguración del Museo Universum. Ese mismo año, el poema sinfónico Popol-Vuh fue interpretado por la Orquesta Nacional de Bélgica en el festival Europalia 93; asimismo, se interpretó en México con las orquestas Sinfónica Nacional, Filarmónica de la UNAM, de Aguascalientes y Carlos Chávez.

El concierto para violoncello y orquesta fue interpretado por la Orquesta Filarmónica de la UNAM. En 1993 también lanzó el disco Paisajes, proyecto electroacústico con percusión étnica y sintetizadores, grabado con el percusionista y etnomusicólogo Antonio Zepeda.

En 1994 estrenó Variaciones concertantes, concertino para guitarra y cello, obra comisionada por el grupo Atril 5; Cinco miniaturas de Paul Klee, por el Trío Avante; Pieza para cello solo (Ignacio Mariscal); Estudio Bop, pieza para flauta de pico sopranino, interpretada por Horacio Franco; Divertimento para marimba sola (Ricardo Gallardo), y Rumbo de Rumba, para cuarteto de trombones.
Recibió asimismo la comisión anual del Festival Internacional Cervantino y compuso el Concierto para guitarra y orquesta, que fue estrenado en octubre en ese festival. En 1994 también se llevó a cabo la grabación del disco Sabor Latino con la Camerata de las Américas, donde se incluyó la pieza Danzas de la ciudad, mientras el disco Paisajes, con Antonio Zepeda, salió a la venta en el mercado nacional.

En noviembre de 1994 se integró al Sistema Nacional de Creadores y un año después realizó su primer trabajo como productor discográfico con el Quinteto de Alientos de la Ciudad de México.

Con el grupo Sacbé terminó el disco The Painters, dedicado a diversos pintores del siglo XX; participa el oboísta y saxofonista estadunidense Paul McCandless, conocido por su trabajo con el grupo Oregon y la orquesta de Jaco Pastorius, entre otros. Toussaint recibió la comisión del Cuarteto Latinoamericano para escribir una pieza para el Festival Internacional de Música de Cámara, celebrado en San Miguel de Allende, el Cuarteto para cuerdas número 2.

En 1996 escribió Bouillabaisse para piano y orquesta, dedicada a Miles Davis en el quinto aniversario de su muerte; igualmente, escribió la pieza Vino de hongos, para tenor y quinteto de alientos.

El grupo Tambuco estrenó la obra La chunga de la jungla, en el Lincoln Center de Nueva York. El Concertino para quinteto de alientos, orquesta de cuerda y percusión fue estreando por la Orquesta Filarmónica de la UNAM. Toussaint fue invitado a participar en La Encrucijada de Tradiciones de la Universidad de Bloomington, en Indiana, donde recibió clases de Lucas Foss, John Corigliano, Mario Lavista y Roberto Sierra.

Recibió una comisión del octeto de alientos Sinfonnietta Ventus para escribir Oktkt, dada a conocer en el Carnegie Hall en noviembre de 1997. Ese mismo año se estrena el Ballet Día de los Muertos, encargo del Ballet Arizona, e interpretado por la Sinfónica de Phoenix en el Sundome de Phoenix.

En 1998 escribió América, para trío de flautas; Momo, para quinteto de alientos, y Suite pa’su Meche, para arpa sola. También compuso Knomonk (estudio bop número 2). Por segunda vez se incorporó al Sistema Nacional de Creadores del Fonca y finalizó el mismo año impartiendo una serie de cursos sobre el lenguaje del jazz alrededor de la República Mexicana.

En 1999 escribió el Concierto para cello y orquesta número 2 dedicado a Carlos Prieto; Estudio Bop número 3, para clarinete y cuarteto de saxofones; Tango para cello y piano, y Canción de Luna para mezzosoprano y piano.

En 2000 recibió apoyo para una residencia artística de siete semanas en el Banff Centre for the Arts, en Alberta, Canadá. Escribó, además Flambo mambenco para percusión corporal; Pour Les Enfants para cello y piano; Trío para flauta, oboe y fagot, y Kaleidoscopio para cuarteto de cuerdas. De igual modo terminó la recopilación de piezas para el libro de partituras Cincuenta composiciones de jazz.

En noviembre de ese año, Toussaint terminó la Suite del Ballet del Día de los Muertos, la cual fue interpretada en Filadelphia por el Curtis Ensemble, dirigido por Juan Carlos Lomónaco.

En 2001 escribió Mambo para el Quinteto de Alientos de la Ciudad de México y Estudio Bop número 4 para piano, clarinete bajo y flauta. El disco Gauguin fue nominado ese año para el Grammy Latino como mejor producción de música clásica del año 2001.

En la última década, alternó su actividad de compositor con la ejecución de jazz en solitario, así como con su trío, y la nueva etapa de Sacbé. A lo largo de su carrera realizó innumerables arreglos y orquestaciones para distintas agrupaciones sinfónicas y de cámara, así como para una larga lista de figuras de la música popular. Sobresale su llegada al Festival Internacional de Jazz de Montreal de 2008, donde actuó con Sacbé, junto con sus hermanos.

lunes, 7 de febrero de 2011

Fallecio el gran guitarrista Irlandes Gary Moore.



Hace solo unas horas fue hallado muerto el cantante y guitarrista Gary Moore (Belfast, 1953), fundador del grupo Thin Lizzy, mientras disfrutaba de unas vacaciones en la localidad malagueña de Estepona.

El cuerpo del músico británico, que no presentaba señales de violencia, fue hallado por un empleado del restaurante del hotel en el que hospedaba. El juzgado de la localidad dispuso el traslado del cadáver a un centro hospitalario donde se le estaba practicando la autopsia, no sin antes comunicar la triste noticia a las autoridades consulares británicas, que de inmediato se pusieron en contacto con los amigos y familiares del infortunado.

Gary debutó muy joven en la escena musical, tras escapar de su hogar en el Ulster para trasladarse a Dublin, con tan solo 16 años, para formar parte de Skid Row, en donde cantaba como solista el también desaparecido Phil Lynott. Poco tiempo después entraba en Thin Lizzy, grupo con el que obtuvo sus primeros grandes éxitos: Whysky in The Jar y The Boys Are Back in Tawn

Su compañero de filas, el guitarrista Eric Bell, declaraba a la BBC: "No puedo creer que haya muerto. Era un tipo fuerte, que aunque tuvo algunos problemas con la droga supo dejarla a tiempo. Fue un músico que se entregó por completo al rock y al blues”

El guitarrista fallecido fue un sincero admirador de Albert King, Jimi Hendrix, John Mayall y Peter Green. Durante su larga carrera demostró una enorme facilidad para el hard rock y el blues, estilos que nunca abandonó, dejando joyas como Still Got The Blues (1990) y El poder del blues (2004), y tocando junto a grupos y cantantes tan diferentes como Colosseum, Greg Lake, George Harrison, BB King, Albert Collins y los Beach Boys.

Una estrella más que se ha sumado al firmamento del rock. Descanse en paz.

jueves, 3 de febrero de 2011

Acuarela literaria sobre Joaquin Sabina.



Pancho López fue un héroe efímero entre los protagonistas de canciones absurdas, más o menos del estilo de Speedy González, pero con la sutil diferencia de que mientras a éste le cantaba un cursi llamado Pat Boone, al otro, más auténtico y mexicano, se lo sacaron de la manga en las tierras del sub-comandante Marcos, para definir a aquella persona que vive a toda hostia, sin medida ni recato, como si la existencia fuese una despiadada carrera hacia el infinito. Eso sí, un maratón en que se sacrifican amores, compromisos políticos, éticos y lo que fuere, con tal de disfrutar una estabilidad económica cercana a la de un alcalde marbellí.

Y si a México me he referido (una de las enormes pasiones del primogénito del comisario Martínez), habremos de echar la vista hacia atrás, y situarnos en la barra de un restaurante azteca, en aquel Londres del glam-rock, para comprender el estado de ánimo del Grajo de Úbeda, que es como en el mundo taurino y cantarín se conoce a un escuálido bardo llamado Joaquín Martínez Sabina, que se dejó crecer la coleta mientras bullían por su empinada cabeza historietas de putas y cantaores, maletillas y delincuentes, a quienes convertiría en protagonistas de sus futuras canciones.

Guitarra en mano, alegando la leyenda de que la Gestapo española le perseguía por sus actividades antifranquistas, el sandunguero muchacho llega a la capital británica dispuesto a entretener al personal con las formidables creaciones de José Alfredo Jiménez. En las calles de la ciudad el ambiente era más bien distinto. Miles de jóvenes aguardaban la llegada del punk, ataviados con ropa colorista y provocadora, en tanto el cuarteto sueco Abba organizaba su Waterloo y las playas de Brighton eran testigo de las batallas entre mods y rockers.

Joaquín caminaba por otros senderos, por los mismos que pisaba, a caballo claro, el jinete de Miguel Aceves Mejía, o quemaba con ansia las horas jugando al billar americano, viviendo romances pasionales, entonando valsecitos y corridos, en fin, gozando de un autoexilio que algunos ingenuos tomaron por auténtica persecución política. Pero Sabina no encontró su mariachi.

El joven aprendiz de macarra aceró entonces su ya afilado rostro, que adquirió el tinte de un Cristo de cualquier paso o trono de la Semana Santa andaluza. Anónimo y doliente, ve cómo la nicotina pintaba sombras amarillas en sus dedos y dentadura, en tanto dispone su alejamiento de Pénjamo y el Rancho Grande, dispuesto a iniciar su carrera como narrador de historias urbanas, con una estilográfica que tenía seis cuerdas.

El glam de Tyrannosaurus Rex y David Bowie no le habían servido para mucho. Nada más lejano a su reciedumbre andaluza que esa horda de locas inglesas, ataviadas como si fueran a un carnaval veneciano. El es de los que prefiere la sensiblería del primer Joan Manuel Serrat, antes que la carga de mala leche y compromiso que se traía Lluis Llach.

En su fuero interno, Sabina tarareaba por Ochaita, Valerio y Solano, Quiroga y Rafael de León, antes que por Yupanqui, Blas de Otero, Celaya o Neruda. La españolidad descubierta en esa nueva patria que camina hacia la democracia, se hace más sólida cuando se arrejunta con muchos jóvenes sin ideario político, que le acogen en su seno con alborozo, unas aceitunas y un fino bien frío, por favor.

Se siente así más sosegado. Huye de las utopías como de las películas de Bergman. Le espantan esos morlacos, que más bien son toros con los que prefiere no lidiar. El es un diestro al que le pasman los naturales, o sea, los que se deben dar con la zurda.

En sus paseos por la capital del reino oye hablar de un tal Jaro, al que dedica una tonadilla que recoge desde su tribuna en el Metro madrileño un chavea llamado Pulgarcito, al que a su vez llevan a la flamante 2ª Cadena de TVE, como muestra exótica de lo que se vino en denominar cantantes callejeros.

La repercusión del romance es tal, que un avispado ejecutivo de una de las grandes multinacionales hispanas llama a su despacho al responsable de la grabación. Pero la sorpresa surge cuando el imberbe trovador confiesa que la historia no es suya, sino de un señor de Úbeda. ¡Qué demasiaó ¡…Tras escuchar al responsable, el directivo opina que ese tipo es buen autor, pero un mal cantante. Trágico error.

Joaquín sale del ostracismo, vía Mandrágora, y comienza a gestarse el rapto de Sabina. El contacto con Javier Krahe y Alberto Pérez acentúa su interés por la metáfora, el bolero, la anáfora, la copla, la hipérbole y el palíndromo, mientras deja escapar su fina ironía de la que no se libran ni sus amigos más cercanos.

Carente de voz atractiva, aprende a soltar por el túnel de su garganta ese tren chirriante que camina por sus dos castigadas cuerdas vocales, logrando que el texto haga olvidar el timbre y que sus versos oculten al imposible tenor que lleva dentro.

Algo mágico se mueve en el aire de sus conciertos, donde suelen aparecer Princesas que caen en las garras del mono, a las que canta con una ternura inusual. A partir de entonces su calenturienta musa le inspira decenas de poemas en los que está asegurado el aplauso del personal, que hasta entonces creía que los cantautores debían ser como Raimon. Pero no son ya tiempos de himnos sencillos o de vates curtidos en la protesta. El rock se le ha colado hasta las gónadas y eso se notará en el ropaje con el que viste sus historias urbanitas.

Preso por la fama y la notoriedad repentinas, el Grajo de Úbeda vuela hacia un nido donde serenar la vorágine de acontecimientos que están a punto de sobrepasarle. Mima su intimidad, huyendo de los paparazzi como de la peste. Su voluntario encierro tiene el aroma monacal del matador antes de cortarse la coleta: es tiempo de reflexión. Retorna así al valsecito, el corrido, la rumba, la copla, en fin, a la latinidad ingenua de sus comienzos. Y en todos esos palos, sabe cómo salir indemne.

Su piel se ha curtido entre las manos de cien mujeres diferentes, su carne enjuta y nervuda huye de adiposidad con fervor envidiable, templando nuevas historias a las que modela entre soneto y soneto, en noches que se funden con la luz del día, en días que copulan con la oscuridad invernal. Es un jugador en sesión continua. Póquer, amor, billar, pinball, todo le sirve para gestar historias a las que ya no puede acompañar de nicotina, alcohol o ese porro próximo a legalizar que solo espanta a los hipócritas y mediocres.

El presidente de esa corrida que es la vida sacó un pañuelo blanco, para advertirle con un primer aviso. Y Sabina mira alucinado el horizonte mientras Brassens canta : “La Camarde qui ne m’a jamais pardonné, d’avoir semè des fleurs dans les trous de son nez, me poursuive d’un zéle imbécile… »*.

Joaquín ha demostrado ser un espléndido narrador de su tiempo, que ha sabido conjugar con ingenio y voluntad, pusilanimidad y capacidad de adulación, a honestos intelectuales, políticos de izquierda blanda, centro-izquierda, centro-derecha, rockeros sesentones, maduritos de la movida, y a esos jóvenes ejecutivos treintañeros con máster en Florida e ideología desconocida (aunque siempre escorada a la derecha), que acuden a la oficina pálidos y ojerosos, tras una noche de cocaína “ala de mosca”. Entre sus fans no falta ya ni Esperanza Aguirre.

En pleno siglo XXI, Sabina sigue raptado por criaturas extrañas, gnomos y ranas embrujadas, esperando no se sabe qué acontecimiento. Es capaz, en su delirio, de alabar con infames aleluyas al presidente Obama. En Londres fue millonario de ilusiones. En Madrid es sólo un millonario, que carece del arrojo y libertad de muestran Ojos de Brujo, Aute, Manic Streets Preachers, Claudio Abbado, Andy Montañez, Manu Chao, Amparanoia, Son de la Frontera, Audioslave, Rick Wakeman, Simply Red, Víctor Víctor, Ruper Ordorika, Fermín Muruguza y otros valientes diestros en el noble arte de la música, que actuaron en Cuba aunque les costara el dinero de su bolsillo.

Y es que ya sabe que cantar para un pueblo sitiado, pacífico, culto y solidario, no es para aumentar tu cuenta corriente ganar dinero, sino para demostrar en las horas difíciles dónde está el coraje. Ese que Sabina quiere poseer, pero no puede comprar.

*Nota.- “La Parca, que jamás me ha perdonado haberle metido flores en los agujeros de su nariz, me persigue con un celo bastante estúpido”. (“Suplique pour être enterrè dans la plage de Sête”, Georges Brassens).

martes, 1 de febrero de 2011

El modelo americano.






Dulce Virginia es el título de una maravillosa canción escrita por los Rolling Stones –Jagger y Richard- allá por el año 1972, cuando todavía andaban enzarzados en conciertos míticos y fiestas que juntaban los días con las noches y las noches con los días. Es una canción alegre, vital y poco adecuada a la relajación muscular, una canción de amor y añoranza que todavía hoy, cuando sus autores merodean los setenta, siguen tocando en sus giras en medio de un público que nada sabe de aquella dulce muchacha.
Pero Virginia no es sólo el nombre de una canción, una chica, un recuerdo o un deseo. Virginia es una de las “Trece Colonias”, un territorio hermosísimo, de vegetación exuberante, árboles gigantescos, campos de tabaco y algodón donde trabajaban los esclavos negros de sol a sol mientras entonaban a coro “canciones azules” para mitigar fatigas y humillaciones constantes. Virginia fue uno de los Estados norteamericanos que se rebelaron contra el dominio británico, cuna de la Constitución de 1776, el lugar donde más presidentes yanquis han nacido: Washington, Jefferson, Madison, Monroe, Harrison, Tyler, Taylor y Wilson, y uno de los Estados que se separó de la Unión cuando la guerra civil: Un Estado surista parecido en muchos aspectos al que se deja entrever en “Lo que el viento se llevó”.

Reintegrada a la Unión en 1870, Virginia estuvo gobernada ininterrumpidamente por demócratas desde 1883 a 1970, y lo está hoy, lo que sin duda no ha servido para que se diferencie mucho de otros Estados gobernados tradicionalmente por conservadores republicanos: Desde 1976 al día de hoy 476 personas han sido ejecutadas en las prisiones de Virginia y Tejas y 109 esperan en el corredor de la muerte de Virginia la visita del Ángel Exterminador. Por otra parte, que es la misma, sin más condición que tener 18 años un chaval puede comprar una pistola al mes y montar un verdadero arsenal mortífero en su habitación, y lo que es más incomprensible, son muchas las familias que regalan a sus hijos esos artefactos cuando cumplen la mayoría de edad, todo un símbolo de hombría, de patriotismo y madurez.

Hace cuatro años, un estudiante surcoreano mató a treinta y tres personas en el Instituto Politécnico de la Universidad Estatal de Virginia. Esa matanza que escapa a cualquier rincón de la razón, podría haber ocurrido en cualquier Estado de la Unión, pues en los últimos ocho años casi doscientas cincuenta mil norteamericanos han perdido la vida a causa de las armas de fuego, porque en aquella nación hay más de trescientos millones de artilugios mortíferos en manos de particulares y fuera de cualquier tipo de control, porque la principal asociación cívica de Estados Unidos es la del rifle con más de cuatro millones de miembros. Lo extraño del caso es que Virginia fue la patria de Whasington y Jefferson, que abanderó la lucha por los derechos ciudadanos cuando esa nación comenzó a formarse, que ha sido gobernada por demócratas durante más de un siglo casi sin interrupción, que es una región próspera con una renta per capita superior a los 30.000 dólares... Entonces, ¿qué ocurrió en ese Estado mítico donde dicen nació la primera Constitución democrática de la historia, en ese lugar que nos presentan pacífico, equilibrado y rico?

Sinceramente creemos que lo ocurrido hace cuatro años en la Universidad de Virginia no fue una casualidad ni un accidente. Los defensores del rifle alegan que no son las armas las que matan sino las personas, razonamiento por el cual un ciudadano cualquiera podría tener en su casa una bomba atómica en la seguridad de que nunca la utilizaría salvo en defensa propia. Ahí, salvo una minoría contraria de todos conocida, demócratas y republicanos están de acuerdo: El derecho de los ciudadanos norteamericanos a tener armas en sus casas, a llevarlas encima cuando van a pasear al perro o a tomar una hamburguesa, es inalienable, indiscutible, aunque histórica y racionalmente el origen de ese derecho sólo se justificaba en las postrimerías del siglo XVIII cuando se decidió armar al pueblo para emanciparse del Reino Unido. Ese anacronismo persiste tan solo porque según las encuestas –que son las que rigen la política yanqui, y cada vez más la europea- el partido que abanderase la abolición de ese derecho perdería una enorme cantidad de votos. Lo que nos lleva, evidentemente, al meollo del problema: Estados Unidos, la nación más poderosa de la tierra, tiembla de miedo, es una sociedad medrosa que ve fantasmas por cualquier rincón. ¿Por qué? Porque desde el poder así se ha querido que sea –indios, mejicanos, españoles, alemanes, japoneses, rusos, árabes, chinos, siempre han tenido un enemigo al que batir, una amenaza fantasma-, porque no existen lazos de solidaridad entre sus ciudadanos, porque el estado del bienestar sólo existió de modo incipiente durante el mandato de Roosevelt, porque el despido es libre, no existe la seguridad social, ni las pensiones, ni los subsidios de paro, ni la atención a los mayores por parte del Estado. En su lugar hay cárceles, muchas cárceles, violencia, armas por doquier y un veinte por ciento de la población que desea abandonar el país a toda prisa.

¿Será ese el modelo que el FMI, Merkel y Sarkozy quieren imponer para acabar con la “Vieja Europa, esa que hasta ahora era, se quiera o no, una alternativa al modelo norteamericano? Sepan los directores de la política europea que en España cuentan con grandes apoyos para su proyecto americano, que muchos madrileños, murcianos y valencianos, por ejemplo, se disponen a votar a quienes piensan –es un decir- de un modo parecido al suyo, a quienes propiciaron un brutal encarecimiento de la vivienda con su fatídica ley del suelo, les han hipotecado de por vida y se han enriquecido a su costa; a quienes les han lanzado al paro y la miseria, a quienes creen en el autoritarismo, en que la letra con sangre entra, en que hay una justicia para los ricos y otra para los demás, en que los empresarios tienen todo el derecho del mundo a declarar menos ingresos que sus empleados, en que se puede chantajear a un pueblo con una carrera de fórmula uno, en que sólo los “excelentes” tienen derecho a la felicidad, en que la mayoría de los ciudadanos son una pillos, unos aprovechados y unos gandules a los que hay que tratar con “mano de hierro”, en que los especuladores son gentes de bien que hay que acariciar con guante de seda.

Cuando una sociedad está convencida de que todos están en su contra, desde el vecino hasta el rumano al que no conoce, de que sólo la política del palo es eficaz, de que hay que desmontar los instrumentos de solidaridad social, de que los ricos son ricos porque se lo merecen y los pobres lo son por lo mismo, estamos ante una sociedad enferma de miedo, resignación e incultura, y una sociedad que vive inmersa en el miedo y presume de cuanto desconoce está en decadencia y, por tanto, es capaz de cometer las mayores atrocidades contra sí misma. Europa está atravesando una de las mayores crisis de su historia, pero esta crisis no será nada al lado de la que se avecina si los europeos no son capaces de hacer lo que sus vecinos del norte de África –dónde por cierto nadie ha oído su voz pese a que Europa junto a Estados Unidos fueron los mantenedores de las tiranías allí existentes: Ahora de Cuba sí, contra Cuba sí-, si renuncia a sus mejores valores históricos e intenta resucitar contra-natura a Margaret Tacher y suscesores, es decir a los canallas que nos metieron en este inmenso lodazal y que hoy pretenden, envalentonados ante la indolencia ciudadana, hacer el mayor negocio de su historia: Convertir a los trabajadores en esclavos, a los inmigrantes y los jóvenes en delincuentes, a los corruptos en gentiles hombres y a los servicios públicos esenciales en la cueva de Alí Babá.